Luis Gonzalez Palma cambió al comprarse una cámara en 1984 y lo entusiasmó el resultado y desde entonces él mismo aprendía a manipular fotos para tener un resultado impactante de capturar la realidad de la gente indígena guatemalteca y a la vez sus fotografías se ven como una pintura de arte y una foto. En sus trabajo uno puede ver el alma y el sufrimiento y describe las experiencias de la población
indígena guatemalteca. Las fotos de Palma hablan por si solas del sufrimiento, del dolor y alegría de la gente.
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